23.6.13

-Dele
Tengo ganas de escribir. Sí, después de mucho tiempo. No sé de qué. Tampoco sé muy bien por qué específicamente ahora. Quizás porque acabo de leer una nota de mi viejo que me pareció tan real como divertida, quizás porque pensé que la agilidad dactilográfica que me recordó que tenía el parcial domiciliario de Economía podía ser útil en este caso.
Como dije antes, no sé de qué escribir. No se extrañe de que llegue al último párrafo de este improvisado texto sin haber escrito más que sandeces y arrepentimientos de haber empezado a escribir sin tener una idea.
A ver, eso. Caruso Lombardi. Bah. Mejor: Argentinos Juniors.
Más que por suerte, por decisión y más que gracias a Dios, gracias a los pibes, Argentinos sigue en primera. ¡Qué bueno! Mi cariño inmenso por el el Bicho de La Paternal se fue acrecentando día a día desde que me tuve que ir del Club. Más allá de lo que digan de Segura, quédense tranquilos que esa gente trabaja con el respeto, el afecto y la profesionalidad que se necesita en un deporte como el fútbol y en un área como las juveniles. Si alguna vez doy un pase bien, aferro una pelota, me estiro hacia el ángulo, es gracias a Argentinos Juniors. De lo contrario, si alguna vez sufro un gol o cometo un error será mi culpa con ayuda del Club Ferro Carril Oeste. Ya habrá tiempo para explayarse sobre el tema. No es este el tiempo ni el lugar adecuados.
-Continúe.
Argentinos no tendrá que sufrir los viajes infernales y algo maravilloso, los pibes seguirán teniendo campeonato de Reserva (en el cual el Bicho, así como lo ven, fue subcampeón. Escolta de Colón. Mire usted como son las cosas).
-Prosiga con otro tema.
Expresado esto, vuelvo a la nebulosa característica en el equipo de Boca (no se me cae una idea). Paradojas del destino, qué gran tema para abordar. Pero dejemos de lado por un momento el fútbol, no muy lejos, siempre está al alcance de la mano -puesto que es la vida misma- e intentemos generar un espacio de ideas. Ayúdeme usted que está en un período al que está carenciando total y absolutamente de utilidad  alguna, de otro modo, estaría utilizando su esfuerzo en cualquier otro tipo de actividad en lugar de estar leyendo este texto inocuo, estéril, pero que con una imaginación latitudinaria o con la amplitud mental que lo caracteriza podrá darle un sentido práctico o podrá pensar en mí frente a un teclado negro, escuchando a los Fabulosos Cadillacs y pensando en la profundidad de los ojos que estarán en algún momento observando este punto.
-¿Y bien?
Paréntesis (Aviso clasificado: "Caruso Lombardi, DT Profesional: Salvo a su equipo del descenso o una pizza gratis") Excelente.
-Por favor...
Visto y considerando que mi ideas acerca de mí, o de mi texto se están agotando, daré comienzo a una serie de consejos hacia su persona, no importa quién sea o cuál sean sus gustos. Así es, lo mismo que hacen los presentadores de los programas informativos. Escuche Buena Vista Social Club. Después me cuenta. Que las vastas acusaciones de homosexualidad que caerán sobre sí al proponerlo, no lo amilane y dispóngase a ver Danza. No hace mucho tiempo que lo descubrí, o lo redescubrí ciertamente, y me trajo una emoción, una tranquilidad y una admiración de la belleza que hace mucho no tenía el agrado de presenciar. Si duda es -junto a la escultura, de la cual efectivamente no voy a hacer comentario- una de las 7 artes que menos culto han tenido en los últimos tiempos y que ha sido vilmente banalizada.
Otra sugerencia que es claramente coyuntural y beneficiosa para los últimos dos párrafos que acaba de leer, sería que acepte sugerencias, no alce su ego al nivel del Mourinho y escuche. Usted decide con cuál se queda. Seguramente no incurra en ninguna, y será también acertado, pero cuando menos, habrá sentido un panorama diferente, otra opción a estar allí, restandole tiempo de lectura a maravillas como las de Ray Bradbury y gastándose en un estúpido imberbe como yo.
-Usted es puro chamuyo
Interesante, aún no supero mis propios límites de improvisación, sin embargo es una gran ayuda al espíritu estar de una buena vez, escribiendo de nuevo. Ojalá tuviese la decisión necesaria para hacerlo con los libros que me esperan marcados en la mesita de luz.
-Cuéntese algo
Ante mi antagonismo por la expresión de actividades diarias tan cotidianas como desayunar, ir a estudiar, dormir, salir de casa, dormir, volver y dormir, o tantas otras acciones inertes que son escritas en twitter: voy a malinterpretar el uso coloquial del verbo "contar" y lo voy a metamorfosear en "cuentear". Qué giro tan inesperado y drástico que he dado en la gramática española. Es probable que sea censurado luego de esta intromisión en los pagos de la Real Academia.
A modo de fin, cuenteo (sin salir de la improvisación):

Soledad cierra la ventana. Solo en parte, puede decirse que la entorna, pero no por necesidad de aire: el marco está de esa manera diseñado, hace tiempo que Soledad no sabe como es una ventana bien cerrada. Esto, sin embargo, favorece su enorme placer físico por abrigarse con muchas frazadas abrazada a una almohada. A Soledad le encanta su nombre. Dicen sus tíos, que su primera palabra fue su nombre en lugar de "papá", "mamá" o "cocacola" como suele serlo en los niños. Imagínese, Soledad de bebé, diciendo "Soledad".

-Parece una tira de Liniers. Haga algo con este cuento.
(Es verdad)

Soledad finalmente se hartó, miró su reloj y caminó por la oscura vereda de Garay. Es increíble como con tan solo acercarse unos metros a los barrios del Sur, cualquier lugar parece poco iluminado.
Le habían dicho que Constitución era un lugar lindo, Soledad se puso a pensar por qué se lo habían dicho, siendo que pasaba todos los días por allí, lo cierto es que, pensando un poco más, llegó a la conclusión de que nunca lo había observado detenidamente. Caminó una cuadra, si bien poca gente espera colectivos a esas horas, las paradas de Plaza Constitución no resisten mantenerse vacías por un instante, es como si hubiese pasajeros contratados simplemente para esperar. De hecho, uno piensa que hay mucha gente que es efectivamente nacida para esperar. Pero ellos no pierden la esperanza, y mucho menos los colectivos. Siguió, el cruce de Lima y Brasil ha sido declarado alguna vez el más peligroso de Buenos Aires, bien merecido lo tiene. Esta vez, no existieron los problemas.
Algunos jóvenes al pasar la piropean, más halagadoramente de lo que incluyo ella hubiese esperado. No entendía aun por qué, pero sabía que no había cometido un error al comenzar a caminar Constitución. Casi como en una película de Favio, por la radio de un hombre que dormía bajo el toldo de un comercio clausurado Dolina iniciaba el bailongo de la 1.30. Le habían pedido Volver, y Dolina, por respeto a Carlitos, había decidido solo interpretar la música.
Prosiguió.

-Termínelo ya.

Allí estaba, no sabe como pero lo vio. Se detuvo en la esquina de Garay y San José y miró hacia arriba.
La azotea más hermosa que había visto. Como abducida, como recordando cuando de niña permanecía horas y horas viendo a Mulán, admiró la terraza de tejas, como una pequeña aldea japonesa situada en medio de las montañas, como si el mismísimo Buda estuviese meditando allí dentro.
El gris cemento contrastaba con las tejas naranjas que se iluminaban con el farol parpadeante de la esquina. Nunca se supo si otra vez, Soledad se enamoró.

Soledad cierra la ventana. Solo en parte, puede decirse que la entorna, pero no por necesidad de aire: el marco está de esa manera diseñado, hace tiempo que Soledad no sabe como es una ventana bien cerrada.
Pero bueno, así es la arquitectura japonesa de Constitución.